En 1980 publicó en Italia su primera novela Umberto Eco. Se trata de una original mezcla de relato policíaco y de novela culta que cuenta las peripecias de fray Guillermo de Baskerville y su alumno y acompañante fiel, Adso de Melk, en una abadía benedictina en el primer tercio del siglo XIV. Peripecias que giran alrededor de unos misteriosos textos griegos y las extrañas muertes que se suceden en torno a ellos.Es una combinación de la crónica medieval y la novela policiaca con una reconstrucción sorprendente de la época, que no sólo se centra en la forma de vida de los monjes, sino también en la ideología y forma de pensar y sentir del siglo XIV. La teología y el misterio se funden en una sola novela, complementándose mutuamente y dando una sensación de realidad que pocas novelas consiguen producir.
Todo comienza una hermosa mañana de finales de noviembre del año 1327 cuando Fray Guillermo de Baskerville, un monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo el novicio Adso de Melk, que es quien relata la historia, acuden a una abadía benedictina situada en el norte de la península italiana para intentar esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo da Otranto. Durante su estancia en la abadía van desapareciendo misteriosamente más monjes, a quienes encuentran muertos al poco tiempo. Lentamente y gracias a la información aportada por algunos monjes, Guillermo va esclareciendo los hechos. El móvil de los crímenes parecen ser unos antiguos tratados sobre la licitud de la risa que se encuentran en la biblioteca del complejo, de la cual se dice que es la mayor del mundo cristiano. ¿Quién es el asesino? ¿Qué hicieron sus víctimas para morir asesinadas? Nadie lo sabe.
Hay quien piensa de este libro que es pesado y difícil de entender, yo pienso que es una de esas novelas de lectura obligada y que no hace falta poseer grandes conocimientos históricos para leerlo, cualquiera puede hacerlo, basta con abandonarse y disfrutar de una trama apasionante y llena de intrigas y misterios que no hace más que sorprender al lector en cada momento, incluso en el final, ya que el asesino es el menos sospechoso.
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El gran éxito de crítica y la popularidad adquirida por la novela llevó a la realización de una acertadísima versión cinematográfica homónima, dirigida por el francés Jean-Jacques Annaud en 1986, con una excelente ambientación y las interpretaciones impecables de Sean Connery como protagonista y un adolescente Christian Slater.
Aquí os dejo un pequerño fragmento de la película
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