El último libro comentado en nuestro club de lectura ha sido una novela sobre los sueños y el destino: "Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño."
Éstas y otras palabras contiene este libro que narra la historia de un joven llamado Santiago, cuyo padre quería que fuera sacerdote; pero lo que él quería de verdad era viajar por el mundo, así que se hizo pastor y fue en busca de su "Leyenda Personal"
El pasado jueves nos reunimos en el colegio, como de costumbre cada 15 días, para comentar este libro.
Nuestra protagonista es una niña de 10 años que va a Manhattan para llevar una tarta de fresa a su abuelita, al igual que la protagonista del cuento también se encuentra en el bosque, en este caso Central Park, con un lobo, el señor E. Wolf, que no es tan malvado.
Cada sábado Sara Allen va con su madre a Manhattan a llevar una tarta de fresas a su abuela, pero ella desea ser libre, sueña con ir sola por Manhattan y un buen día, aprovechando la ausencia de sus padres, se decide a ir sola a casa de la abuela.
Me quedo con esta frase:
“A quién dices tu secreto, das tu libertad".
Durante la semana cultural acudimos al colegio para leer este libro a l@s niñ@s de Educación Infantil 5 años del Colegio del Rosario.
La señorita Laburnum fue secuestrada por unos bandidos que pretendían cobrar por ello un suculento rescate que sin duda la municipalidad estaría dispuesta a pagar ya que Laburnum era esencial en la culturización del pueblo. Fue llevada a una cueva, pero había pasado unos días con unos niños que padecían el SARAMPIÓN, y pronto todos los bandidos excepto el jefe, que ya lo había pasado, cayeron enfermos. Así pues tuvieron que dejarla libre y ella con su buen corazón los cuidó y les leyó libros que sacó de la biblioteca. Los bandidos sanaron y volvió al trabajo, pero al tiempo recibió la visita del bandido jefe que era perseguido por la policía. 
Ella decidió ayudarlo, para ello le pidió su nombre que resultó ser BIENVENIDO BIENHECHOR (un nombre poco apropiado para un bandido)y lo puso en le estante de la letra "B", entre los libros. Cuando el policía pidió llevarse al bandido que estaba en el estante, la bibliotecaria le pidió su carné de socio y al no llevarlo encima tuvo que ir corriendo a casa porque sabía muy bien que sin el carné no se puede sacar nada de la biblioteca, lo que el bandido aprovechó para huir. Un día, el bandido volvió para decirle que los otros miembros de la banda extrañaban mucho los cuentos y las lecturas, así que inscribió al bandido jefe en la bibilioteca y le prestó algunos libros. Entonces se dió cuenta 
de que se estaba enamorando de la señorita Laburnum y parecía que el sentimiento era recíproco. Tiempo después hubo un terremoto y todos los libros cayeron sobre la bibliotecaria. El bandido jefe corrió a rescatarla y aprovechó para confesarle su amor y pedirle matrimonio. Ella aceptó encantada y la justicia perdonó al bandido en vista de su heroísmo. Ambos se dedicaron a atender la biblioteca y llevaron al resto de la banda, que ya se había reformado, a trabajar como ayudantes. Todos quedaron felices aunque de vez en cuando los bandidos quitaban los carteles de "SILENCIO" para sentirse más cómodos.
Fue una experiencia muy bonita, hicimos una adaptación, cambiamos el sarampión por la varicela, que es mucho más común, lo amenizamos con marionetas y lo pasamos muy bien.
El último libro comentado en nuestro club de lectura ha sido una novela sobre los sueños y el destino: "Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño." 
El pasado jueves nos reunimos en el colegio, como de costumbre cada 15 días, para comentar este libro. 
Durante la semana cultural acudimos al colegio para leer este libro a l@s niñ@s de Educación Infantil 5 años del Colegio del Rosario. 
Ella decidió ayudarlo, para ello le pidió su nombre que resultó ser BIENVENIDO BIENHECHOR (un nombre poco apropiado para un bandido)y lo puso en le estante de la letra "B", entre los libros. Cuando el policía pidió llevarse al bandido que estaba en el estante, la bibliotecaria le pidió su carné de socio y al no llevarlo encima tuvo que ir corriendo a casa porque sabía muy bien que sin el carné no se puede sacar nada de la biblioteca, lo que el bandido aprovechó para huir. Un día, el bandido volvió para decirle que los otros miembros de la banda extrañaban mucho los cuentos y las lecturas, así que inscribió al bandido jefe en la bibilioteca y le prestó algunos libros. Entonces se dió cuenta 
de que se estaba enamorando de la señorita Laburnum y parecía que el sentimiento era recíproco. Tiempo después hubo un terremoto y todos los libros cayeron sobre la bibliotecaria. El bandido jefe corrió a rescatarla y aprovechó para confesarle su amor y pedirle matrimonio. Ella aceptó encantada y la justicia perdonó al bandido en vista de su heroísmo. Ambos se dedicaron a atender la biblioteca y llevaron al resto de la banda, que ya se había reformado, a trabajar como ayudantes. Todos quedaron felices aunque de vez en cuando los bandidos quitaban los carteles de "SILENCIO" para sentirse más cómodos. 
