domingo, 16 de enero de 2011

EL RETRATO DE DORIAN GRAY / Oscar Wilde

Considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica con una fuerte temática faustiana, además de mostrar sus lados retorcidos al mostrar un pintor con afecto intimo y directo con el personaje principal. El libro causó gran controversia cuando fue publicado por primera vez; sin embargo, es considerado en la actualidad como "uno de los clásicos modernos de la literatura occidental".

Dorian Gray es un joven y atractivo aristócrata que, habiendo heredado una mansión, regresa a su Londres natal tras pasar la adolescencia aislado en el campo. Abrumado por la vida nocturna londinense, Dorian se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom, quien le muestra los lugares más recónditos y peculiares de la capital inglesa. Allí pronto Dorian queda seducido por el estilo de vida decadente de Wotton, ajeno a toda moral, al tiempo que comienza a obsesionarse con alcanzar la eterna juventud, cultivando un amor intenso por la belleza y el placer,  un culto romántico y visceral. El artista Basil Hallward, amigo suyo,  a quien el físico del joven ha impactado, emprende con obsesivo entusiasmo la pintura de un retrato del protagonista: cada rasgo, cada miembro, está armónicamente colocado en un conjunto fruto, mas que de la habilidad y el conocimiento del pintor, del amor que éste siente por el arte y la belleza de su joven modelo,  retrato que se convertirá en un recordatorio palpable de sus graves faltas con el paso del tiempo. A diferencia del resto de los mortales, el apuesto Dorian permanece impasible al sucederse los años y es el retrato en cambio, el que envejece y asume su degradación física y moral. Eternamente joven, eternamente maldito.

Esta novela es una obra de búsqueda, la búsqueda de la inmortalidad. Una búsqueda que Dorian lleva hasta sus últimos extremos, hasta el extremo de la muerte. Porque Dorian está dispuesto a matar para mantener su eterna juventud. Así consigue mantener la vida que desea, arrancándosela a los demás, para que todo el mundo siga observando su bella imagen de juventud. Todo el mundo, menos su retrato. En el retrato está la verdad. La verdad de su rostro real, que no sólo sufre el paso del tiempo y los estragos de la edad, sino que con cada crimen añadido, ese reflejo muestra las marcas de un asesino. Ese será el verdadero retrato de Dorian Gray y el que lo perseguirá a lo largo de su vida.

LEER El Retrato de Dorian Gray

La narración, con una estructura circular y cíclica, se centra en los cambios y la evolución del protagonista y en las relaciones que mantiene con otros dos personajes. Basil Hallward, prototipo del artista entregado a la causa de su obra sin descanso, embarcado en una lucha constante con la musa del arte, enamorado platónicamente de Dorian Gray, un intento de artista puro. Por su parte, Lord Henry Wotton es el creadorde su propia condición, un artista de éxito social, elegante y distinguido, que oculta su realidad bajo un manto de cinismo e hipocresía.

La persecución de Dorian Gray se convierte en una reflexión de análisis de las relaciones entre el bien y el mal, un recorrido por los anhelos más oscuros del ser humano, a los que no somos ajenos ninguno de nosotros, ni el propio Oscar Wilde, que no esconde ninguna de las similitudes consigo mismo, haciendo coincidir, incluso, las fechas de nacimiento de ambos y muchos de los intereses vitales.

"¡Qué tristeza! Yo me volveré viejo y horrible y espantoso. Pero este retrato permenecerá siempre joven. ¡Ojalá fuera yo siempre joven y el cuadro envejeciera! ¡Por eso, sólo por eso, lo daría todo! ¡Daría mi alma!"

La imagen, el reflejo del propio rostro como el verdadero espejo del alma, se convierte en realidad innegable de la que no podemos escapar. Tal vez podamos ocultarnos, maquillar nuestra imagen para mostrar sólo lo que nos interesa mostrar. Únicamente al final, en la propia soledad se nos presenta nuestro verdadero yo.

 Se observa durante toda la novela un cierto desprecio por las mujeres y las personas de avanzada edad, un afán por probarlo todo, por experimentarlo todo, por la perversión, sin límites, ni ética ni moral.

"Lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos"

Esta novela fue llevada al cine por Albert Lewin en 1945, película en blanco y negro, con momentos clave (cuando se nos muestra el cuadro) en los que la imagen es en color. Pero son esos planos en los que el cuadro adquiere una importancia especial, como cuando se ve por primera vez ya terminado, mostrando la belleza triunfante  o cuando aparece por primera vez ya demacrado, cargado de todos los estigmas de corrupción, de las acciones criminales de Gray. Quizá la que tengamos más fresca en la  memoria es la versión de Oliver Parker en 2009, destacable la presencia secundaria  del actor Colin Firth como Lord Henry Wottom, que está bien en cualquier papel.

1 comentario:

  1. La personalidad de los protagonistas, la deseperación de Dorian, un libro que muestra la naturaleza humana y la maldad interior.

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