No siempre es fácil ser padre. Tampoco es fácil ser hijo. En realidad, nada es fácil en esta vida… y ahí está la clave de la comedia. La dificultad acaba convirtiéndose en el corazón mismo del placer de vivir.
Un anciano se escapa en busca de un palacio inalcanzable, y su hijo va tras él. En su huida se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con su mayordomo y su cocinera napolitanos; con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas…
Padre e hijo comprenderán que vivir puede ser apasionante si se sabe mirar a los demás, hacerse cómplice de ellos. Si se sabe no tener miedo al ridículo, al miedo mismo. Y que es, al fin y al cabo, la única oportunidad que tenemos de dar un pequeño paseo por el paraíso.
Todo eso que tanto nos gusta es una novela radiante, escrita en estado de gracia. Una novela que aborda los grandes temas de la existencia con sabia naturalidad, con una sencillez elegantísima, y que sugiere que quizás el único secreto para vivir consista en conseguir llegar a ser quienes ya somos... y en bailar hasta el amanecer.
Una novela que se lee con placer de principio a fin, se trata de una lectura "feliz", llena de esperanza, que nos anima a hacer todo eso que tanto nos gusta, a convertirnos en la persona que siempre hemos querido ser olvidándonos de las obligaciones y la rutina de una vida anodina y sin sentido, ¿cuántas veces hemos deseado cambiar de vida, partir de cero, sin ataduras?, Tomás, el protagonista, nos muestra que todo eso es posible, que nunca es tarde, y lo que es mejor, que no hay que ir demasiado lejos para encontrar lo que buscamos, no se trata de alejarnos de nuestro entorno inmediato sino de dejar de hacer lo que no nos gusta y empezar a disfrutar de lo que verdaderamente nos gusta, aquello que de verdad nos hace felices: disfrutar de las cosas sencillas, compartir momentos con la familia y los amigos, bailar ...
Nos da una lección de humildad, la de no lanzarnos a buscar paraísos lejanos sin haber contemplado antes la belleza cotidiana que nos rodea
Es esta una novela reflexiva que nos presenta un montón de buenos personajes, tan cercanos, tan humanos, que ríen, lloran y mueren, cumpliendo cada uno su papel cuando les toca, con algo de resignación, y otro tanto de la calma que confiere encontrar el lugar en el que nos corresponde estar.
La recomiendo y podéis leerla aquí mismo si queréis: LEER Todo Eso que Tanto nos Gusta
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