Trata de un tema tan doloroso en nuestra historia reciente como es el holocausto, pero no desde un punto de vista histórico, ni desde un punto de vista adulto, la narración de los hechos se ofrece a través de la perspectiva de un niño de 9 años, Bruno. Sin embargo, el enfoque de la novela me resulta en ocasiones algo desesperante y bastante inverosímil.
Estimado lector, estimada lectora:
Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.
No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.
El editor.
Tras leer esta contraportada ya me imaginaba de qué iba a tratar y en los primeros capítulos ya casi se veía cómo iba a terminar, así que no creo que sea de tanta importancia guardar secreto.
Bruno es hijo de un comandante nazi que es destinado a dirigir el campo de concentración de Auschwitz. El niño pasará de una vida tranquila en Berlín, en una casa estupenda, con unos amigos para toda la vida, a vivir junto a la alambrada del campo de concentración. A lo lejos consigue ver a muchos hombres y niños con pijama de rayas.
El tedio que le proporciona su nueva vida y su afán explorador lo llevan a escaparse buscando alguna aventura, algún amigo, hasta que lo consigue. Conoce al niño con pijama de rayas en un punto de la alambrada que ha conseguido mantenerse a salvo de las miradas y los fusiles de los soldados. Entre ellos, que nacieron el mismo día, surge una relación de necesidad, más que de amistad, que les lleva a acabar juntos al final de la novela.
La novela está más bien orientada a un lector muy juvenil. Creo que lo que más me ha alejado de la novela era no creerme que el niño no se diera cuenta de todo lo que pasa a su alrededor, por pocos años que tenga. Por ello, creo que, más que hablar de una mirada ingenua, podríamos decir cándida y sumamente ignorante.
En muchos momentos me ha recordado a "La vida es bella". La perspectiva del adulto deformando la realidad para salvaguardar al niño de las atrocidades que se cometen junto a él me resulta muy efectiva, me hizo identificarme absolutamente con la historia en la que se derraman carcajadas y lágrimas por igual. En cambio, seguir las andanzas del niño que no se entera ni por un momento de la tragedia que se mueve a su alrededor me han alejado de la historia. Y que conste que soy de lágrima fácil cuando se trata de la tragedia del holocausto.
Finalmente, diré que la novela aborda un tema tan trascendente que de ningún modo puede caer en el olvido. Los tentáculos de la tragedia más atroz que ha vivido la humanidad hace menos de un siglo, en ocasiones ya se desdibujan, por lo que me parece una lectura apropiada para los más jóvenes.
Al tratarse de un fenómeno que hizo su agosto en las librerías de medio mundo, pronto fue adaptada al cine y se estrenó en las salas españolas el 26 de septiembre de 2008. La película es muy fiel a la novela, según las propias palabras de John Boyne. Mantiene a lo largo de todo el transcurso un tono emotivo y dramático lo que consigue apelando a los sentimientos del espectador hasta el exceso.
Cabe resaltar la gran labor de sus intérpretes y la música, que realza el ambiente de inocencia, tristeza y dramatismo de la historia.
Aquí dejo un enlace por si queréis leerlo:
LEER El Niño con el Pijama de Rayas
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