
"Ésta es la historia de mi madre, la princesa Selma, que nació en un palacio de Estambul..."
Podría ser el comienzo de un cuento; pero es una historia auténtica.
"Más tarde, mucho más tarde, quise comprender quién había sido mi madre. Interrogué así a quienes la habían conocido, consulté los libros de historia y, los periódicos de la época, los archivos dispersos de familia, e intenté reconstrir los distintos marcos en los que ella había vivido, hoy irremediablemente alterados, y traté de revivir su propia existencia. Finalmente, para acercarme más aún, confié en mi propia intuición y en mi imaginación."
Éste es el libro, la historia de la princesa Selma, la novela más increíble de todas las historias verdaderas.
Kenizé Mourad es periodista. Durante doce años se especializó en el Oriente Próximo y el subcontinente de la India. Vive en Paris. Su nombre delata su origen oriental, fue periodista en el Nouvel Observateur hasta que decidió indagar en sus orígenes. Sus padres fueron gente singular. Él, rajá de la India, ella, sultana turca (Selma), nieta del sultán otomano Murad V y, al terminar la 1ª guerra mundial, tenía siete años. Y aquí comienza el cuento de hadas.
El libro retrata las costumbres de la corte del sultán, la miseria del imperio otomano, los fastos de la aristocracia turca; la mezcla de razas y lenguas del oriente próximo; el exotismo inverosímil de la India de los elefantes y los harems; la pugna entre sunitas y chiitas; y las calles de París patrulladas por las SS; todo un universo que, en cierto modo, es un trozo crucial de la historia del siglo XX.
Pero el hilo conductor que une la primera y la última página del libro es el deseo de emancipación de Selma, un deseo que, inculcado en ella por su madre desde sus primeros años, la consume y la lleva a terminar, miserable, sola pero dueña de sí misma, en París.
En resumen una buena trama que te atrapa entregándote al "placer de la lectura".